20 de marzo de 2014

hacia los edificios de consumo de energía casi nula

La directiva europea 2010/31/UE relativa a la eficiencia energética de los edificios marca dos objetivos, uno es la calificación energética de los edificios existentes y que ha sido recientemente aplicado en España. El otro, más ambicioso y a más largo plazo, es la aparición de los llamados “Edificios de energía casi nula” para el horizonte 2020.


Este nuevo concepto marca un antes y un después en la forma de trabajar en los proyectos de  arquitectura, y por supuesto en la manera de construir. Para poder llegar a un edificio de energía casi nula habrá que diseñarlo para que consuma poca energía e incorporar instalaciones de producción de energía, prioritariamente de fuentes renovables.


Las exigencias de ahorro de energía buscan el uso eficiente, prudente, racional y sostenible de la energía de los edificios, haciendo compatible  las necesidades  de confort  de los usuarios con la reducción del consumo energético y las emisiones de efecto invernadero. De todo esto se derivan impactos positivos relativos  a una menor dependencia energética del país, la protección del medio ambiente, un mayor confort térmico  de los usuarios de los edificios y una menor dependencia de los usuarios respecto a las variaciones futuras de los precios de la energía.

La actualización del “Documento Básico HE del Código Técnico de la Edificación” supone un paso previo hacia la consecución de este objetivo. Este documento establece las exigencias de eficiencia energética mediante indicadores energéticos globales, como el consumo energético y la demanda energética.

Establece por primera vez  una limitación del consumo de energía para los edificios de viviendas de nueva construcción y la ampliación de los edificios existentes.  Emplea  para ello el indicador de energía primaria no renovable. Dicho indicador está además incluido en la etiqueta de eficiencia energética conjuntamente con el indicador relativo a las emisiones de CO2.

Hay una reducción sustancial de los límites de la demanda de energía, tanto para calefacción como para refrigeración, que nos acerca a los “Edificios de energía casi nula”. No sirve con cumplir con unos valores mínimos de cumplimiento de transmitividad en los cerramientos, como veníamos haciendo hasta el momento, además se evalúa el consumo global del edificio.

En los edificios de otros usos, la exigencia está ligada a la calificación energética para el consumo de energía primaria no renovable, cuya eficiencia ha de ser igual  o superior a la Clase B,  según el procedimiento básico para certificación de la eficiencia energética.


¿Como afecta este documento a la construcción de mi nueva vivienda?

Para conseguir la demanda límite exigida en el “Documento Básico HE del Código Técnico de la Edificación”,  es necesario actuar sobre la envolvente térmica, tanto en el diseño como en la construcción, tendremos que duplicar  el aislamiento térmico  de  fachadas y cubiertas, con el inconveniente de que la superficie útil de las viviendas se verá reducida. En  cuanto a los huecos acristalados, tendremos que contar en muchos casos con vidrio bajo emisivos y con carpinterías con transmitancias térmicas muy reducidas.

En cuanto a las instalaciones, tenemos que  hablar de  tecnología de condensación en calderas, bombas de calor con elevados rendimientos, sistemas de control de iluminación, sistemas a caudal variable, estrategias de recuperación y enfriamiento gratuito en sistema con aire y muchas otras medidas que hasta ahora no eran necesarias puesto que no existía este límite. Y por supuesto de fuentes de energía renovable.

Todos  estos cambios,  hace que consideremos también  otros factores, que parece que hemos olvidado en el diseño de los edificios,  como la orientación y el entorno, la vegetación, la compacidad, la hermeticidad, la apertura de huecos, etc.  Y sobre todo tenemos que ser muy cuidadosos con la construcción, pues de que sirve un buen diseño sin una buena ejecución.

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