17 de mayo de 2016

energía geotérmica

La energía geotérmica es una de las fuentes de energía renovable menos conocidas y se encuentra almacenada bajo la superficie de la tierra sólida en forma de calor. Tiene un gran potencial de utilización, tanto para usos térmicos a escala doméstica como a escala industrial para generación de energía eléctrica.

Se distinguen diferentes tipologías en función del rango de temperatura disponible o también denominado potencial entálpico: 



Para el sector residencial  y de servicios  el uso de sistemas geotérmicos de baja entalpia (comúnmente conocida como energía geotérmica somera), permite prescindir del gasóleo, gas natural o gases licuados derivados del petróleo (propano y butano).

Estas instalaciones utilizan el calor que se encuentra bajo la superficie de la tierra mediante el uso de una bomba de calor geotérmica que es capaz de climatizar edificios y viviendas con un  sistema de calefacción y refrigeración limpio y renovable. Son instalaciones con un elevado rendimiento medio estacional frente a las instalaciones convencionales de climatización debido a la temperatura estable y moderada del terreno, el cual actúa como foco térmico (modo calefacción) o sumidero de calor (modo refrigeración).

La expresión bombas de calor geotérmicas hace referencia a bombas de calor agua/agua o agua/aire con un intercambiador de calor enterrado en el subsuelo, que actúa de foco térmico exterior.
·    La máquina frigorífica y la bomba de calor son máquinas térmicas que permiten llevar el calor de donde hay menos temperatura a donde hay más, considerando como calor útil, el extraído del recinto de menos temperatura (máquina frigorífica) o el entregado al de más (bomba de calor).
·       El terreno es un foco térmico estable que se regenera de forma natural. Presenta la ventaja de que a pocos metros de profundidad su temperatura es mucho más uniforme que la del aire ambiente

Se  puede enterrar un intercambiador a poca profundidad extendido en horizontal, disponer las tuberías dentro de una serie de pozos, normalmente de 50 a 100 metros, o utilizar otras opciones basadas en intercambiadores tipo slinky o estructuras termoactivas. 

Imagen obtenida de la galería de Microsoft
La construcción de un intercambiador de calor horizontal comienza por la excavación de una amplia zanja de 1 a 1,5 metros de profundidad, sobre la que se depositan las tuberías convenientemente alineadas.

Estas instalaciones requieren una gran superficie. Su realización es relativamente sencilla, pudiendo emplearse una pequeña retroexcavadora para la excavación y uniendo las tuberías por soldadura de termofusión. La construcción del intercambiador tan próxima a la superficie, puede afectar a su mantenimiento en la medida en que pueda deteriorarse por obras de nuevas instalaciones y canalizaciones enterradas cercanas si no se acotan adecuadamente sus límites. Al ser poca la profundidad, la temperatura del terreno está influida por la del aire ambiente. Esta tipología es adecuada sólo para pequeñas potencias.

Los intercambiadores verticales (“boreholes”) son los mayoritariamente empleados. Dada su gran profundidad, no están afectados por las condiciones ambientales, y ocupa un área de terreno mucho menor. Presentan el inconveniente de una mayor dificultad de instalación, una mayor inversión y necesitan un personal más especializado para su construcción.
Una máquina realiza los sondeos o perforaciones en espacios reducidos creando pozos en los que se introducen los tubos del intercambiador.  Dicho sondeo ha de ser rellenado con un material que suele ser una mezcla de bentonita (que impermeabiliza), cemento (para compactar) y arena (aumenta la conductividad de la mezcla). Hay aditivos que también se usan para aumentar la conductividad (grafito, cuarzo).

En el caso de obra nueva existen grandes posibilidades para la integración arquitectónica,  por ejemplo: La  colocación del captador horizontal debajo de una piscina o la posibilidad de integrar los “boreholes” en micropilotajes mientras se está llevando a cabo la cimentación.

Imagen obtenida de la galería de Microsoft

Además el sistema de climatización geotérmico funciona correctamente con cualquier instalación de calefacción actual, bien sea por radiadores, suelo radiante o aire.

Las bombas de calor geotérmicas suelen aplicarse a instalaciones domésticas y comerciales de pequeña y mediana potencia. La instalación doméstica típica de bomba de calor geotérmica tendrá una potencia de 12 kw y funcionará entre 1.000 y 1.500 horas anuales equivalentes, mientras que para una instalación comercial o institucional la potencia típica es de 150 kw.

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